miércoles, 23 de octubre de 2013

Billetes Emitidos por el Banco de Mexico


Después de la promulgación de la Constitución en Febrero de 1917, El Banco de México inició sus funciones el 1 de septiembre de 1925, siendo Presidente de la República Plutarco Elias Calles. El objetivo de esta institución era la emisión y la regulación de la circulación monetaria.

Los primeros billetes del Banco de México fueron impresos por American Bank Note Company de Nueva York (ABNC), su tamaño era de 180 x 83 mm. , con presentaciones de 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos. Posteriormente, de 1936 a 1942, se emitió una segunda serie, fabricada por la casa neoyorquina, pero de un tamaño más reducido (157 x 67 mm.); los billetes eran de 5 y 10 pesos.

La tercera serie , se puso en circulación de 1936 a 1978, de igual forma impresos por ABNC. Las denominaciones emitidas fueron las de 1, 5, 10, 20, 50, 100, 500, 1000 y 10000 pesos.

Con la cuarta serie (1969-1991), integrada por billetes de 5, 10, 20, 50, 100, 500, 1000, 2000, 5000, 10000, 20000, 50000 y 100000 pesos; se inician las actividades de la Fábrica de Billetes del Banco de México.

En 1992 El Banco de México emitió, una nueva serie de billetes con las denominaciones de 10, 20, 50 y 100 en los que aparece el adjetivo "nuevo" antepuesto al nombre de la unidad. El diseño de estos billetes era igual al de los billetes anteriores.

A finales de ese mismo año se inició la impresión de otra serie de billetes, también con la leyenda "nuevos pesos", pero con nuevos diseños. Esta serie estaba integrada por los billetes de 10, 20, 50, 100, 200 y 500, de los cuales los tres primeros miden 129 x 66 mm. y los tres últimos 155 x 66 mm.

En la denominación de la última serie de billetes emitidos por el Banco de México (de 1994 a la fecha), se eliminó el adjetivo "nuevo", el diseño es igual al anterior, así como sus denominaciones.



Billete durante la Revolución de 1910



El general Victoriano Huerta ordenó a los bancos privados de emisión entregar el respaldo metálico de los billetes a su gobierno y emitir cantidades desorbitadas de billetes sin ningún respaldo. Así, el sistema bancario mexicano se desmoronó rápidamente y con él, el uso y la aceptación del billete.

La falta de numerario obligó a las autoridades municipales, jefaturas militares y comerciantes, mineros y hacendados a emitir monedas de necesidad. Se acuñaron diversas piezas metálicas en distintos puntos de la República, pero sobre todo se multiplicaron las emisiones de papel. El primero en emitir este tipo de piezas fue Venustiano Carranza, quien, a su vez, autorizó a numerosos jefes revolucionarios la emisión de sus propios billetes.

La falsificación masiva de estas piezas contribuyó a acrecentar el problema monetario de México y el descrédito del papel moneda.

Conforme se consolidaba el dominio de la facción carrancista, ésta emprendió varios intentos para solucionar el problema. El único papel moneda válido sería el emitido por los carrancistas y, para protegerse de las falsificaciones, se ordenó la fabricación de billetes mucho más sofisticados a la American Bank Note Company de Nueva York (ABNC), aunque para fines de ese mismo año ya eran inutilizables.



Bancos Privados de Emision



Fue hasta 1864, durante el Imperio de Maximiliano de Habsburgo, cuando se retomó el proyecto emisor de billete, pero ahora el responsable de la emisión sería un banco privado, el Banco de Londres, México y Sudamérica, y los billetes serían de aceptación voluntaria. En esta ocasión el éxito del billete fue grande.

Durante el gobierno de Porfirio Díaz la emisión del billete encontró condiciones favorables. Entonces se estableció, conforme a la Ley de Instituciones de Crédito de 1897, un firme, funcional y organizado sistema bancario en el que cada estado de la República contó con, cuando menos, un banco privado emisor de billete, además del Banco Nacional de México con presencia en la República entera y del de Londres y México, cuya concesión fue ratificada.

De esta manera, México adoptó al billete como medio de pago de aceptación generalizada. Los billetes de estos bancos se emitieron, con el respaldo metálico correspondiente, en denominaciones de 1, 5, 10, 20, 50, 100, 500 y 1000 pesos y eran fabricados por empresas extranjeras especializadas.



Fuente: bancodemexico

Billete Republicano en 1823



En 1823 México se constituyó en República Federal. El nuevo gobierno intentó restaurar la confianza del público en los manejos financieros del gobierno y retiró de la circulación al billete imperial, ente otras medidas. Sin embargo, la grave penuria del erario no se resolvió y se decidió, nuevamente, emitir papel moneda para el financiamiento estatal.




Para intentar frenar el rechazo popular a este medio de pago, se acordó imprimirlo sobre bulas papales canceladas, ya que se esperaba su aceptación dada la religiosidad del mexicano. No obstante, el billete no gozó de la aceptación del público usuario y pronto tuvo que ser retirado de la circulación.


Fuente: Banco de Mexico

Billete del primer imperio

El billete del primer imperio





Al consumarse la Independencia en 1821, México adoptó un gobierno monárquico encabezado por Agustín de Iturbide, quien para resolver la mala situación económica que se enfrentaba recurrió a la emisión de papel moneda (1822). Estos billetes fueron la primera emisión oficial mexicana, aunque jamás fueron aceptados por el público usuario.

Durante la Independencia se registró una profunda crisis económica y des abasto de monedas metálicas, por lo que surgen monedas de necesidad (la mayoría de plata y cobre) y piezas de cartón escritas a mano, con tinta negra, denominación de medio real (moneda de la época), con firmas que se cree pudieron pertenecer a comerciantes, funcionarios u oficiales.

Estos billetes fueron rechazados porque la gente sólo usaba monedas, por lo que su utilización se hizo obligatoria. Eran impresos de una sola cara, en papel blanco, de forma casi cuadrada y llevaban la leyenda “Imperio Mexicano.”





Fuente: Banco de México