miércoles, 23 de octubre de 2013

Billete durante la Revolución de 1910



El general Victoriano Huerta ordenó a los bancos privados de emisión entregar el respaldo metálico de los billetes a su gobierno y emitir cantidades desorbitadas de billetes sin ningún respaldo. Así, el sistema bancario mexicano se desmoronó rápidamente y con él, el uso y la aceptación del billete.

La falta de numerario obligó a las autoridades municipales, jefaturas militares y comerciantes, mineros y hacendados a emitir monedas de necesidad. Se acuñaron diversas piezas metálicas en distintos puntos de la República, pero sobre todo se multiplicaron las emisiones de papel. El primero en emitir este tipo de piezas fue Venustiano Carranza, quien, a su vez, autorizó a numerosos jefes revolucionarios la emisión de sus propios billetes.

La falsificación masiva de estas piezas contribuyó a acrecentar el problema monetario de México y el descrédito del papel moneda.

Conforme se consolidaba el dominio de la facción carrancista, ésta emprendió varios intentos para solucionar el problema. El único papel moneda válido sería el emitido por los carrancistas y, para protegerse de las falsificaciones, se ordenó la fabricación de billetes mucho más sofisticados a la American Bank Note Company de Nueva York (ABNC), aunque para fines de ese mismo año ya eran inutilizables.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario